viernes, 17 de septiembre de 2010

EL LÉXICO DE LA CIUDAD DE ZARAGOZA A MEDIADOS DEL SIGLO XX






No voy provisto de mochilas repletas de minerales. No.
No porto cazamariposas ni alfileres para colgarlas de las paredes.
Tampoco colecciono sellos. ¡Qué va!
Lo que sí gusto es de visitar librerías sin llevar una idea preconcevida que lo que adquiriré en ellas. Al igual que los pescadores, a veces vuelvo a casa con la cesta vacía, pero habitualmente encuentro alguna curiosidad. Este es el caso del libro:
El léxico de la ciudad de Zaragoza a mediados del siglo XX, escrito por Manuel Gargallo Sanjoaquín y editado el año 2000, por la insigne institución "FERNANDO EL CATÓLICO".
Echando un vistazo rápido a este curioso diccionario, he recordado algunas expresiones escuchadas en mi infancia en la que se colaban por mi ventana a través del patio de luces. Ahí van algunas:

Achuchón: Acometida, embestida, arrechucho, disgusto grande.
Ajuntar: Juntar. Es forma que sólo usan los niños diciendo que se ajuntan o no se ajuntan cuando después de una discrepancia en el juego se mantienen unidos o se separan.
Alparcear: Andar con chismes.
Arguellar:No blanquear la ropa lo que se debiera después de la colada.
Cafre: Bruto.
Capazo: Acto de entretenerse hablando con una persona.
Charrador: Hablador.
Destolozar: Darse un fuerte golpe en la cabeza o en el tozuelo.
Ñapa: Remiendo.                 
Somardón: Somarda, reservado, egoista.
Soseras: Sosaina.
Zarpa: Mano grande y de tosco aspecto.

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